“La muerte no fue capaz
de sepultar tu mañana
ni podrá pintar de olvido
la acuarela de tu alma”
Fermín Balentzia.
El 15 de agosto de 1936 en Larraga (Navarra) se vivió uno de los episodios más espeluznantes de los llevados a cabo por los fascistas que el 18 de julio de ese mismo año decidieron ganar con las armas lo que no habían conseguido ganar en las urnas.
A las dos de la madrugada, un requeté y un carlista ragueses acompañados de una pareja de la guardia civil, llamaron insistentemente a la puerta de la casa donde vivía Vicente Lamberto, republicano y miembro de la UGT. El único “delito” de Vicente era ser sindicalista y no ir a misa. Su hija de 14 años, no quiso dejar a su padre solo e insistió en acompañarlo, intuyendo el trágico destino que le esperaba. Lo que ella no podía imaginar en ningún momento era la suerte que ella misma correría.
Esa niña se llamaba Maravillas Lamberto Yoldi y desde ese mismo momento pasaría a formar parte de la trágica historia que empaña la memoria de nuestro país.
Una vez en el Ayuntamiento del pueblo, los fascistas metieron al padre en la cárcel situada en los bajos del edificio, mientras que a Maravillas la subieron a la parte superior. Allí, la violaron en repetidas ocasiones, sin escuchar los lloros de la niña y sin sentir ni compasión por ella ni el más mínimo remordimiento por lo que estaban haciendo.
Sobre las cinco de la mañana, y ante la atenta mirada de un grupo de vecinos, que no hizo nada por impedir las muertes del padre y de la niña, los violadores metieron a Vicente y a su pequeña hija en un coche. Maravillas, destrozada, no dejaba de llorar. Los llevaron a un bosque donde ambos perderían su vida a manos de estos criminales.
Antes de fusilar a Vicente, volvieron a violar a la niña delante de él. Con lágrimas en los ojos y en el corazón, Vicente Lamberto fue fusilado. Maravillas, rota por dentro y por fuera, trató de escapar, pero los asesinos de su padre la cogieron, quitándole la vida a unos metros del cuerpo inerte de su progenitor.
Vicente Lamberto, como tantos republicanos asesinados en toda España, sigue enterrado en una cuneta setenta y ocho años después de su brutal crimen. El cuerpo de Maravillas fue encontrado por unos pastores; sus asesinos dejaron su cadaver desnudo sin enterrar para que sirviera de alimento a los perros.
A las 12 del mediodía de ese mismo día, los violadores asesinos de una niña de 14 años acudían a la misa en honor de la Virgen de la Asunción recibiendo la comunión como si tal cosa. La vida de Maravillas y Vicente Lamberto fue arrebatada de manera cruel a manos de unos asesinos que continuaron con la suya como si no hubiera pasado nada.
Ochenta y tres años después de que sus vidas fueran truncadas, Maravillas y Vicente siguen esperando justicia. Ochenta y tres años después seguimos en deuda con todos los españoles asesinados a manos de los fascistas.
Cuanta tristeza y rabia. Estamos contruidos sobre cimientos de sangre y dolor. No avanzaremos hasta que no se dignifique a todas las víctimas de la barbarie fascista. Gracias por regalarnos esta historia, aunque sea tan triste. Bss
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Que luego nadie se extrañe de que no me sienta orgulloso de la historia del país donde nací.Y que nadie me pregunte el porqué de mi no creencia en ningún dios.Ser un cruel,miserable,violador y asesino,y ser perdonado por acudir a misa.Con las manos manchadas de sangre y la bragueta aún bajada.
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No dudes que intentarán que sigan impunes.
Porque los que hicieron eso, y los que ahora son hijos o nietos, piensan que es lo que merecían.
Y eso sólo ocurre porque no se ha juzgado y condenado a nadie por las atrocidades que cometieron.
En lugar de esconderse en un agujero y agachar la cabeza avergonzados y señalados, sacan pecho y tenemos que ver y oír su prepotencia y soberbia.
No habrá paz si no hay justicia, y menos perdón.
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despues de leer esto,no quiero cegarme por mi rabia para escribir mis textos,el pasado esta lleno de historias como la de esta pobre niña y su padre,no van a lograr que olvidemos cada vida que arrebataron ni que los perdonemos,en 1978 ofrecieron los asesinos empezar de cero,es de risa que fácil cuando as sido el verdugo y no la víctima
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Pena el no saber el nombre de los criminales para vergüenza de sus hijos y nietos.
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Tienen nombre y apellidos, es más quien les dio la comunión ese día Don Crisanto fue el que señalaba y mandaba ejecutar en nombre de Dios.
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Gracias por poner nombre y apellidos a una historia que debe salir del olvido a la fuerza secuestrado.
Te dejo está otra por sí te place leerla:
http://narboneando.blogspot.com.es/2010/06/la-herida-abierta.html?m=1
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Porque si se saben los nombres de los violadores y asesinos no se publican para verguenza y escarnio, si no de ellos, al menos de sus familias.
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Porque lo que hicieron los padres o abuelos no son culpables los hijos o nietos, uno de los falangistas acabo muriendo quemado en un camión en el frente de Bilbo. A sus hermanos les regalaron cuatro pretendas después de la guerra civil, para seguir siendo los siervos de Don Crisanto y Pedro Sanchez.
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No son culpables, no. Son sus descendientes. Con buenos puestos de trabajo en la administración y el poder en Nafarroa.
Julio Redín Sanz, murió yendo a matar nuevamente, con la impunidad e inmunidad que le cobijaba. Pero él fué a hacer la guerra, la familia Lamberto Yoldi estaba en su casa, en la cama, y fueron sacados de noche y asesinados y Maravillas antes violada varias veces y dejada desnuda completamente para que la comieran los perros.
Si l@s hij@s y niet@s no son culpables, reconocerían que sus antecesores sí lo fueron y mucho. Y no serían de UPN-PP, bien claro.
Las 4 prebendas que «les regalaron» a los hermanos de Julio Redín Sanz desconozco a cuánto alcanza, pero con todo lo que robaron a quienes mataban y echaban de los pueblos, cualquiera hace «regalos». Los estancos eran una de esas prebendas….jjjjj premiados por ser hermanos de un violador, asesino, pero afín al régimen fascista.
Que las comparaciones son odiosas, y no es lo mismo ser víctima que verdugo está demostrado
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El mismo Fermín Balentzia me contó esta historia, ocurrída en el alto de Loiti, al escribir la bellísima canción en homenaje a Maravillas. Ni olvido ni perdón!
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Gracias!!!
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Es vergonzoso que todavia haya cadaveres en las cunetas, que la derecha no sea capaz de mirar atras y asumir los hechos del pasado, que la iglesia catolica no haya condenado estos miles de crimenes, que en nuestro pais no seamos capaces de cerrar eda dramatica pagina de nuestra historia reconociendo los hechos, restituyendo la dignidad de las victimas, facilitando a sus descendientes la busqueda, identificacion y sepultura de sus allegados. Lo peor es que para muchas personas los Lamberto eran unos rojos y tuvieron lo que merecian. Todavia hay gente que piensa asi.
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Alguien sabe los nombres y apellidos de los violadores?
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Ni lo sabremos nunca el nombre de los fascistas violadores, Crisanto también dejó alto el listón eclesiástico dando la comunión a esos violadores y criminales fascistas. Desde aquí, los maldigo, y no hay que perdonar y menos, olvidar. Sin justificar la falta de justicia en este país bananero que no sale a flote por los equipos nefastos de gobierno que se van sucediendo. No tenemos arreglo.
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Entristecedor relato el que Silvia Gambarte nos cuenta en su blog, pero orgulloso de que rescate del olvido los nombres de estas personas muy injustamente maltratados, vejados y asesinados. Este fue uno de tantos y tantos asesinatos políticos que los franquistas perpretaron sobre la población republicana española. Ni se puede ni se debe dejar sin justicia. Pues si la justicia no señala a los culpables, la historia podrá repetirse. Los fascistas, nazis, franquistas, carlistas y demás antidemócratas no tuvieron ni tienen inteligencia suficiente para comprender lo que significa la democracia y los fundamentos del progreso social. Luchar o morir.
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Vicente Lamberto Martínez, era militante de la Unión General de Trabajadores durante la Segunda República. Al inicio de la Guerra Civil, en el mes de agosto la Guardia Civil fue a detenerle. Maravillas, de 14 años, dormía en la misma habitación que su hermana Pilar, de 10. Los miembros de la Guardia Civil iban acompañados por dos personas más, Julio Redín Sanz, y el «hijo del ‘churrero’ de Larraga», miembro de falange y del requeté, el otro, según recordaba su hermana Pilar, y cuando les dijeron que llevaban a su padre a interrogarle al ayuntamiento, Maravillas pidió acompañarle, a lo que estos accedieron. En el ayuntamiento el padre fue encerrado en la cárcel. A la niña, la subieron a las dependencias superiores donde fue violada repetidas veces. Cuentan que entre ellos estaba el secretario municipal del ayuntamiento de Larraga. Posteriormente ambos fueron asesinados y el cuerpo desnudo sin vida de la niña fue arrojado a los perros. A día de hoy, ha resultado extremadamente difícil la búsqueda de los restos.
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Muchas gracias por tu comentario. Lo que le hicieron a Maravillas fue una auténtica tragedia, y nuestra labor es recordar para que no vuelvan a hacer lo mismo.
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La detención de Maravillas, tal y como relató su hermana Pilar la llevaron a cabo cuatro personas: el falangista Julio Redín Sanz (que murió más tarde en la guerra), el carlista e hijo del churrero de Larraga y dos guardias civiles del puesto de Artajona
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